sábado, 3 de agosto de 2013

Fusión by Sojo

Nombre: Fusión by Sojo
Ubicación: C/ Enrique Romero Torres, 14003 Córdoba
Precio medio por persona: 22 euros.            
                          

El sol de Córdoba nos invita a pasar al interior de un local de paredes de ladrillo visto pintadas de blanco, coronadas por unos ventiladores de aspas en forma de grandes hojas. Desde una silla de mimbre nos dejamos llevar por el ambiente relajado del restaurante, que parece decirnos que ha llegado la hora de abandonar el "fast food" y dedicarnos al placer de comer. Obedecemos.

Dentro de la variada carta que nos ofrecen, elegimos dos entrantes y un plato principal. Comenzamos con una ensalada de pollo crujiente a la vinagreta de sésamo y mayonesa de soja, pensando en una ensalada mejor conjugada y con más fuerza. Sin embargo, los tirabuzones de pollo crujiente eran el único punto fuerte del plato, ya que el sésamo y la soja son en si mismos bastante insípidos y no aportaban nada al conjunto. Pese al intento de estos dos elementos por unir el pollo a la lechuga, lo cierto es que al final no conseguías que los ingredientes se llegaran a combinar.

Por otra parte, en anteriores ocasiones nos sorprendió una salmorejo de fresones con queso en polvo y pan cristal, ahora elegimos como segundo plato su sustituto estival: el salmorejo de cerezas, queso en aceite y polvo de Ángelus. Esta forma de combinar el salmorejo con el polvo de queso es sin duda el plato fuerte de la casa. No hay nada que decir en su contra, resulta una combinación perfecta. Asimismo, la combinación del salmorejo y las cerezas resulta en una mezcla menos fresca, pero más intensa que la combinación con fresones. Aunque personalmente nos gusta más el toque de fresón, reconocemos que las cerezas son una combinación más intensa pero muy recomendable.

Después del buen sabor de boca que nos dejó el salmorejo, pasamos al plato principal: una Presa Ibéríca del Valle de los Pedroches, de la Cooperativa COVAP según rezaba la carta. Si bien los platos anteriores nos complacieron bastante no fue el caso de este. No obstante, hemos de confesar que no era la primera vez que lo pedíamos. Podría ser, que quizás fuese por agravio comparativo por lo que no nos pareció tan digno, pero no es el caso. Para comenzar, la camarera no preguntó como deseábamos la carne, a lo que contesté poco hecha, mas  fue irrelevante. El plato constaba de cuatro piezas de carne, con un corte bastante irregular, a cada cual más heterogéneo, siendo extremadamente fina por un extremo y gruesa por el otro, y por tanto quedando muy hecha o poco. Una pena destrozar una carne tan buena de este modo.
No merece menos crítica la desde nuestro punto de vista la pobre presentación del plato, atendiendo al lugar en que nos encontrábamos y al precio de éste. Como dije anteriormente, se disponían cuatro trozos de carne en un austero plato redondo, teniendo por acompañamiento puré de patatas y de calabaza. Si bien hay que recalcar que ambos eran bastante sabrosos, y el segundo bastante original, también hay que destacar que el plato adolecía de otros acompañamientos ya usuales en este restaurante. Me refiero a  pimientos de Padrón fritos, y una gelatina  (creo que a base de alguna aromática o frutas tropicales)  bastante sabrosa e ingeniosa, que aportaban el punto de originalidad y distinción a este plato en anteriores ocasiones.

Para finalizar la comida, optamos por el minestrone de frutas con sorbete de mojito, una auténtica delicia. El plato consta de un variado de frutas cortadas en pequeños trozos,que bordean una bola de sorbete de mojito y bañado en un almíbar, empapado de las esencias de diferentes plantas aromáticas. La combinación de estos tres elementos resulta en un sorprendente y fresco sabor, que lejos de empalagar como otros almíbares, invita a vaciar el plato. Nos vamos con buen sabor de boca.

Para concluir, es necesario añadir que merece la pena venir a este restaurante para probar cosas nuevas y salir de la rutina de los restaurantes y tabernas cordobesas. No obstante, dados los resultados de nuestras dos visitas se puede intuir que la cocina no es siempre igual, o bien que la calidad ha bajado, ya que estando el restaurante con pocos comensales, en esta última visita  la carne dejó que desear, no así en la primera. En lo referente al precio, se podría decir que se está pagando el ir a un restaurante diferente, con una carta atrevida como pocas hay en Córdoba, y eso incrementa el precio. 



1 comentario:

  1. Me encanta!! Muy bien descrito, estoy deseando ver la proxima critica gastronomica

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