martes, 29 de octubre de 2013

Restaurante Italiano Amore Bonapasta


Córdoba

Calle Reyes Católicos, 17  

Precio medio estimado por persona: 12 euros

Seguimos en Córdoba, ubicada en pleno centro de encontramos el Restaurante Italiano Amore Bonapasta. Aquí se nos presenta una tremenda dicotomía ¿Aprobado o suspenso?  Nuestra crítica solo se basa en dos  visitas, y además en ambas acabamos pidiendo lo mismo, porque en cierto modo la carta nos parece algo corta.


Comenzaremos describiendo el local, lo calificaría como bastante acogedor, si bien cuando el local está lleno puede ser algo agobiante, más aún si vas con tu pareja y te asignan una diminuta mesa "para dos" en la que tienes que hacer hueco a tu plato, cubiertos, jarra de sangría (en nuestro caso) y los platos que pidas. Es un local bastante cálido, que puede estar envuelto por una cierta atmósfera romántica siempre  y cuando no esté lleno, y estés más amplio que en el caso anteriormente relatado. Detalle curioso es que  cada silla tiene escrito el nombre de un personaje italiano, lo cual hay que reconocer que distrae bastante a la par que marca la diferencia. Pueden apreciarse más características del local en la foto. 

En lo referente al servicio, todo es muy positivo. Son bastante agradables y educados, desde la recepción hasta la hora de marcharse, siempre interesándose por el cliente y su opinión sobre los platos.

Ahora procederemos a la crítica de los platos como tal. Llegamos con ganas de tomar algún entrante, pero nada nos ilusionó, todo nos parecía bastante banal y nada atractivo, pan de ajo, ensaladas a nuestro juicio bastante "simplonas" (Mozarella, tomate, albahaca), etc. A la vista de los entrantes nos decantamos por pasar directamente a los platos principales, y la verdad es que la carta siguió decepcionándonos. No existe ningún plato especialmente atractivo, nada que leas y pienses: ¡Me muero por probarlo! O que simplemente no sepas lo que es. No obstante, hay que resaltar en la carta los Risottos, pues si es algo menos común, pero ninguno nos llamó la atención, a pesar de ir advertidos de que era lo mejor del restaurante.

Estudiada la carta en su totalidad, y sabiendo que no tentábamos a la suerte pues no había manera, nos decidimos por escoger unos ñoquis al pesto y una pizza vegetariana. Y ambos cumplieron lo prometido.  En primer lugar, la pizza era vegetariana si, pero los vegetales puestos azarosamente según los encontraba el chef, creo que solo dos coincidieron con la descripción de la pizza en la carta. Para ser aún más crítico, he de decir que las masas de las pizzas eran de dudosa frescura, si tuviera que apostar diría que era masa congelada, mas no pondría la mano en el fuego. Como último apunte negativo diría que la pizza tiene un tamaño irrisorio, "menos mal que pedimos los ñoquis" pensé yo... . No obstante, hay que destacar que la pizza estaba bastante buena, si bien, y como he dicho ya varias veces a lo largo de este post, no destacan en nada de cualquier otra.

A la par que la pizza llegaron los ñoquis. Y aquí si tengo que reconocer que me sorprendierón. Se trataba de unos ñoquis al pesto, pero a diferencia de lo que yo me imaginaba, estos se sirven salteados, que no en ninguna salsa pesada a base de nata o queso, que es lo que muchas veces me he encontrado. Estos estaban ligeramente salteados, con salsa pesto en su justa medida, no en exceso que en ocasiones se hace pesado y acabas hastiando el sabor de la albahaca. Era una salsa tremendamente sabrosa y con abundantes piñones naturales. La verdad es que fue una elección acertada. Además los ñoquis estaban en su punto, ni gomosos ni pastosos y se acompañaban con queso rallado ad libitum. Esto fue así la primera vez que fuimos, cuando el restaurante estaba prácticamente vacío, no así la otra vez, sábado a medio día con el bar abarrotado. Aquí el servicio dejó de ser tan atento, si bien es comprensible. Pero lo peor fue que en el plato de ñoquis se masticaba la prisa, los ñoquis no podían estar más correosos, y eso que estaban calientes, cuando se enfriaron no sabia si estaba cogiendo ñoquis o chicles Bubbaloo.

Y es aquí donde se me presenta la gran dicotomía, ¿Aprobado o suspenso? Yo desde luego, estoy buscando alternativas a la comida Italiana en Córdoba, al menos para para los fines de semana. Aunque tengo que reconocer que sigo teniendo ganas de probar esos famosos risottos. Sería cruel acabar si comentar las numerosas ofertas que presenta el restaurante entre semana, las cuales si que hacen que merezca la pena ir, y de hecho fueron el motivo de mi primera visita. Hasta aquí la entrada, la decisión de ir o no ya es vuestra. ¡Yo acepto proposiciones de otros restaurantes Italianos!

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